“La vida tiene una vocación de crecimiento y expansión, su potencial es infinito y anhela realizarse.”

Robert Saint John, su creador en los años 60, (1914-1966), naturópata británico de la Escuela de Edimburgo, se enfoca en el estudio de la reflexología. Tratando con reflexología a su hija pequeña que tenía síndrome de Down, descubre la existencia de un mapa psicológico del ser humano reflejado en el pie en los puntos de los reflejos espinales.

Su intuición lo llevó a ver que el reflejo de la columna vertebral mostraba mucho más que una simple correspondencia física, a lo largo de su investigación se dio cuenta que a través del reflejo de la columna en pies, manos y cabeza se podía acceder a este espacio “fuera del tiempo” al espacio de la pre gestación, que permite que la energía se libere dentro del tiempo.

Localiza dos zonas: Zona de la Madre o Principio Materno (nacimiento, momento en que la madre es más activa) en el talón. Con respecto a los conflictos refleja dificultades en la relación con la madre, con la capacidad de cuidados, la alimentación, la receptividad. Zona del Padre o Principio Paterno (concepción momento en que el padre es más activo) en la primera falange del dedo pulgar que refleja problemas en lo relacionado al padre, o a la figura de autoridad, a la dificultad para expresar las cualidades paternas, problemas para concederse el derecho de ser él mismo, e incluso de existir.